Y tu, ¿de qué huyes?

Es un hecho de sobra conocido por la gente que me rodea que de vez en cuando, y sobre todo cuando me veo metido en una situación que me estresa (que no desagradable), me largue corriendo sin mediar palabra (bueno, últimamente me despido y todo). En fin, que estoy muy mal de lo mío (como diría Benito (si, si, sólo lo veía yo, pero me hacía gracia, lo confieso)).
Lo malo de todo esto es que a los cincuenta metros ya me estoy arrepintiendo, y a los setenta kilómetros me siento como un gusano asqueroso. Pero bueno, yo sé que lo hago (creo que es importante, al menos, darse cuenta) y sé que estaría mejor si no lo hiciese (más importante todavía, para dejar de hacerlo).

Así que a intentar curarlo, ni idea de cómo hacerlo, sobre todo ahora que aguanto taaaanto rato sin parar de correr. Pero se intentará. Creo que es fundamental la ayuda de mis amigos, así que ya sabéis, la próxima vez me ponéis una correa y me dejáis atado a un radiador hasta que se me pase la tontada.

Debido a mi última carrera victoriosa (sólo corro yo, así que es fácil ganar, aunque lo que ganas no es gran cosa, una noche mirando al techo y repasando el código de un programa que tengo a medio escribir) me he pasado el domingo viendo la tele. Primero he visto Valiant (me cago en el cepillo de dientes de Hitler, que cosa mas mala) y después Wimbledon (desde luego hoy no era el día para ver una romática comedia sobre un inglés feo pero gracioso y entrañable ¿hoooola?, ¿hay alguien allí?, ¿todos somos feos, graciosos y entrañables? y dudo mucho que alguien haga una película sobre un tipo como yo).

Lunes de nuevo. Esta semana estará bien. Seguro que si.

Aunque no tenga mucho que ver, que buena es Idioteque de Radiohead. También tengo que quitarme de escuchar una y otra vez la misma canción. Creo que no es una costumbre socialmente aceptada.

RyC