Simulando un humano

miércoles, abril 26, 2006

Porque es verdad


El día de su vigésimo sexto cumpleaños R celebró una gran fiesta. Casi al final sus amigos le entregaron los regalos que le habían comprado: una maquinilla de afeitar y un bote de aceite lubricante. “La maquinilla la usaré para quitarme los pelos del corazón y el lubricante para darle lustre a mi caparazón de hojalata”, dijo R un poco nervioso.

Unos días después R le pidió a todo el mundo que empezaran a llamarlo S.

RyC.