Wenceslao

Wenceslao es un muñeco Kinder. Eso no es necesariamente malo, pero Wenceslao no ha tenido mucha suerte. Sólo tiene 3 piezas. Lo diseñó un ingeniero con muy poco talento, ni siquiera le gustaban los juguetes, sólo aceptó el trabajo porque tenía que pagar una hipoteca. Y al poco tiempo lo dejó por un puesto en una fábrica de filamentos para bombillas (algo que el consideraba de mucha mas responsabilidad).

Pero Wenceslao no se rinde. Ha decidido que quiere hacer algo, sentirse útil. Ha encontrado un trabajo en el parque de atracciones, dobla los ganchitos de metal que unen los coches de choque con la malla electrificada del techo. Es perfecto para ese trabajo porque no es conductor (de la electricidad). Le han dicho que con el tiempo, si es cumplidor, le ascenderán y podrá limpiar los espejos de la casa de los espejos. Tener una meta le ayuda.
Por la noche, antes de dormirse sueña con que ahorra lo suficiente para pagarse unas bisagras y poder doblar los brazos y las piernas.
RyC
1 Comments:
Ahí tienes razón: los Kinder han perdido un huevo (ja, ja) con los años.
Antes te podían salir una cantidad de chorradas increible (digo por la variedad porque la calidad siempre ha sido nefasta) y el sumun eran unos cochecicos a cuerda que había que montar. Ahora son casi todos iguales: un chisme con ruedas con piezas que se mueven cuando avanzan.
Señor, señor...
SALMONICIDA
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Anónimo, at 11:27 p. m.
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