Simulando un humano

sábado, enero 21, 2006

Visto desde el andamio

Algunas cosas no son exactamente lo que nos parecen. Lo que te parece una depresión, en realidad, puede ser un problema de tiroides.


Hubo un tiempo en Nueva York en que estaba de moda tener por mascota un caimán. Los caimanes se parecen muy poco a los humanos, salvo quizá en una cosa, de pequeños son muy monos pero de grandes hacen menos gracia.

Cuando esos caimanes se hicieron adultos ya no apetecía tenerlos en casa, así que los echaron por la taza del retrete.


Ahora esos caimanes sobreviven en un submundo con lo que nosotros tiramos. Se pasarán el día mirando teles que no funcionan, leyendo comics a los que les faltan páginas o buscando la pieza que no venía en la caja del puzzle.

¿Qué harán los caimanes con sus mascotas cuando crezcan?.


Y sin que tenga nada que ver, es probable que empiece a poner aquí los bares y o lugares de entretenimiento que voy conociendo y me hacen gracia. Os recomiendo el bar Sugar (detrás de la escuela de bellas artes) y el Juan Sebastián Bar (los jueves con monólogo, muy bueno).



Rabiosoman, el artista anteriormente conocido como Tristeman.

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